La prohibición de la FIFA sobre los derechos económicos y los jugadores esclavizados
¿La prohibición de la FIFA sobre que los derechos económicos de un jugador pertenezcan a una persona física sirve de algo? La respuesta es que no, que es una práctica común que se hace, que todo el mundo sabe, y que incluso es público, y estas empresas, fondos de inversión, agencias, siguen campando a sus anchas y comerciando con los futbolistas sin reparo alguno.
Detrás del entramado de multinacionales que se han adueñado de los futbolistas hay otras empresas —algo menos grandes— que también sacan beneficio de mercado. Algunas son las conocidas como fondos de inversión o Third Party Ownership.
Esto es, entidades financieras que, para sortear la prohibición de la FIFA de que una persona física sea dueña de los derechos económicos de un futbolista y de paso bajar la carga de impuestos en los traspasos, utilizan a los clubes como meros intermediarios. Estos acaban vendiendo su alma al diablo para garantizar una viabilidad económica.
Algunas de estas empresas "disimulan" haciéndose cargo de equipos con algo de postín o que jueguen en ligas potentes, pero esto tampoco les preocupa demasiado.
Si no, que se lo pregunten al Deportivo Maldonado, un club de mitad de tabla de la Segunda División uruguaya con unos 200 socios que desde hace años tiene en propiedad a estrellas emergentes como Rulli o Calleri, aunque estos nunca llegaron a jugar en su equipo. De hecho, a día de hoy Maldonado posee 11 jugadores "cedidos" en diferentes clubes que están valorados en 80 millones de euros, mientras que su plantilla no pasa de los 8 millones, según las estimaciones de Transfermarkt.
Los movimientos sospechosos se producen desde 2009, cuando el grupo Stellar Group se hizo con el club. Se trata de un fondo de inversión británico que también actúa como agencia de representación. El fondo posee a Gareth Bale., pero principalmente se lucra exprimiendo a la clase media futbolística, a toda una selección de jugadores de buen pero no gran nivel.
La manera de lucrarse es la más antigua del deporte: apostar por talento a joven a largo plazo y saber cuándo mover ficha. Solo se hacen con los derechos de jugadores jóvenes, ya que les sirve de poco tener en propiedad a veteranos que no serán traspasados por una cantidad alta. En cuanto a estos últimos, se conforman con representarles para aumentar su cartera de clientes y ya, como pasa con Ashley Cole, Lallana, Krychowiak, Joe Hart o Szczesny .
Cuando se hacen con los derechos económicos de un jugador, lo seleccionan minuciosamente analizando la edad, el potencial y su capacidad para adaptarse al fútbol europeo, esperando el momento oportuno para traspasarlo. Ya lo hizo en su día con Alex Sandro: el Deportivo Maldonado lo compró por menos de medio millón de euros al Atlético Paranaense, lo vendió por 10 al Oporto al cabo de dos temporadas y después la Juventus lo fichó por 25. Este verano el Chelsea ya ha ofrecido 70, pero ni el jugador ni el club quieren separarse. De momento.
También se especula con que antes del cierre de este mercado estival Stellar Group completará algún movimiento similar, y el propio Rulli -por el que se dice que el Nápoles está dispuesto a pagar cerca de 30 millones de euros- tiene muchas papeletas para ser su próximo mirlo blanco.
De momento, ya le han sacado 6 millones de euros a la Real Sociedad por el 70% de los derechos de Willian José, guardándose un procentaje de una futura venta, como en la mayoría de sus operaciones.
En la temporada de los problemas con Hacienda de muchos representados por Jorge Mendes, el traspaso histórico de Neymar, el auge de los padres-representantes, fondos que controlan el futuro de jugadores de segunda fila, como Stellar, también hacen su particular agosto.
En su faceta de agencia, Stellar Group representa a más de 80 jugadores y tiene un valor cercano a los 400 millones de euros, según Transfermarkt,, solo por detrás de la Gestifute de Jorge Mendes -600 millones-, Mino Raiola -unos 500- e International Sport Management, una agencia brasileña con más de 700 jugadores en nómina.
Al igual que Stellar Group, Mendes también ha querido ser juez, jurado y verdugo, ejerciendo de representante y formando parte de un fondo de inversión. La sucursal irlandesa de Gestifute es dueña del 50% de Quality Sports Jersey Limited, una sociedad en la isla del Canal de la Mancha para canalizar inversiones Quality Sports Investments.
Tapaderas y más tapaderas para acabar firmando los contratos para la cesión de derechos de jugadores como Diego Costa. Por la venta al Chelsea del ex jugador - ¿por poco tiempo? - del Atlético de Madrid, al menos 7,6 de los 38 totales fueron a Quality Sports Investments.
Pero, ¿quiénes son exactamente las personas que controlan el Deportivo Maldonado, el club 'fantasma' de Stellar Group?
El empresario Malcolm Caine es el que dirige Stellar Group, mientras que el abogado Graham Shear es su mano derecha. Ambos visitan al menos dos veces al año Maldonado porque saben hablar castellano. Son meros emisarios de Jonathan Barnett, el mandamás de Stellar Group. Su hombre fuerte en Sudamérica es Gustavo Arribas, el director general de la Agenda Federal de Inteligencia de Argentina -AFI-, nombrado por el presidente Mauricio Macri. El hijo mayor de este, Ezequiel Arribas, se encarga de acompañar a los jugadores a Europa y de conseguir cesiones a equipos brasileños.
La familia estuvo implicada en el traspaso de Tévez de Boca a Corinthians en 2005, por el que se rumorea que Gustavo Arribas cobró un millón de dólares de comisión y se ganó el puesto que tiene hoy en día.
Bueno, por esta operación y tantas otras. Según varios medios latinoamericanos, Arribas era un testaferro de Macri durante su época en la presidencia de Boca, articulando la compraventa de los derechos de varios futbolistas.
Es más, Arribas y el Deportivo Maldonado siguen haciendo negocios en La Bombonera. Hace un año compraron por 12 millones de dólares a Jonathan Calleri, uno de los mayores prospects del fútbol argentino, a quien después de fracasar como cedido en el West Ham, le han vuelto a ceder a la UD Las Palmas, esperando que explote y se puedan forrar con una futura venta.
No es el único jugador del fondo de inversión que ha llegado a Gran Canaria, ya que Hernán Toledo, por el que pagaron 7 millones a Vélez, también jugará allí como cedido esta temporada. Además, Michel Macedo, Dani Castellano, Tana y Roque Mesa -que jugaba en Las Palmas hasta que ha sido traspasado al Swansea por 13 kilos- también están representados por Stellar Group.
Por cada cesión, el grupo también se lleva una comisión, así que solo es cuestión de tiempo que acaben rentabilizando las operaciones.
Lo peor para el Deportivo Maldonado no es que una empresa haga y deshaga a sus anchas en el club, sino que la institución no crece. Los empresarios británicos no han invertido en la cantera y ha dividido los entrenamientos entre Maldonado y Montevideo, ya que la mayoría de los jugadores vive en la capital, a 128 kilómetros. Además, no sacan a ningún jugador aprovechable de categorías inferiores y solo se dedican a hacer negocio con estos pases puente.
A Stellar Group tampoco le interesa que 'su' Deportivo Maldonado suba a Primera, ya que en caso de ascenso el coste de los contratos de los jugadores se multiplica.
Se les puede fastidiar el negocio en cualquier momento, o al menos retrasarlo, porque la Asociación Uruguaya estudia imponer una regla que obliga a que los jugadores que fichen los clubes deban jugar al menos seis meses en esa entidad antes de volver a ser traspasado.
La estrategia de Stellar Group es radicalmente opuesta a la flor y nata de estos especuladores en forma de grupos de inversión. Doyen Sports es la empresa más conocida del dudoso sector con otra estrategia totalmente diferente a la de Stellar: lleva años comprando los derechos de jugadores ya muy consagrados para sacar comisiones desorbitadas de los clubes top.
Creada gracias al patrimonio de unos oligarcas post soviéticos, la familia Arif -que tiene una fortuna gracias a la industria química de Kazajistán-, en pleno auge de los fondos llegó a gastarse 100 millones de euros en derechos económicos en un solo verano.
Jugadores como Negredo, Morata, Januzaj, Falcao, Mangala, Marcos Rojo, De Gea, Defour y Xavi son suyos, al igual que el Cholo Simeone. Los nombres entran mucho por los ojos, pero a la mitad de ellos no les queda mucho recorrido y/o ya se han desenganchado de la élite.
¿Estará Doyen Sports "envidiando" las gestiones de Stellar Group? ¿Deberían haber confiado algo más en la clase media?
Jonathan Calleri, recién fichaje del RCD Espanyol, que estará un año sólo en la entidad si no compra al jugador por 25 millones en la siguiente temporada, no para de hacer las maletas cada año de un lado a otro según le diga Stellar Group. De hecho, cuándo estaba en el Alavés, cansado de tanto ir y venir, suplicó al club que le comprara y le liberara de tal esclavitud.
No pudo ser más directo el jugador ni lanzar un mensaje más claro sobre el siguiente paso donde dirigir su carrera deportiva. Sin embargo, afrontar un hipotético fichaje no resultaría nada sencillo empezando por el aspecto económico. Los derechos federativos de Jonathan Calleri son propiedad de un fondo de inversión con empresarios argentinos y uruguayos denominado Stellar Group. Años atrás, abonaron cerca de 15 millones de dólares por hacerse con los derechos del jugador en su etapa en el Boca Juniors. Los derechos se vincularon al Deportivo Maldonado de Uruguay, un modesto conjunto charrúa, en cuyas instalaciones ni siquiera ha llegado a poner los pies Calleri.
Stellar Group se caracteriza por llevar a cabo este tipo de operaciones y el meta argentino de la Real Sociedad, Gero Rulli, también es de su propiedad. A partir de hacerse con los derechos de un jugador, buscan obtener su rendimiento mediante cesiones a diferentes equipos, de los que obtienen suculentos beneficios al asumir los clubes el pago de la ficha y fijar diferentes cantidades adicionales en función del número de goles por ejemplo. De esta manera, Calleri ya ha encadenado tres cesiones consecutivas ante el West Ham United, Las Palmas y Alavés. El delantero ya está cansado de hacer la maleta cada verano en busca de un nuevo destino, club y competición. En este sentido, Stellar Group parece considerar que ya está amortizada la inversión y ha tasado al jugador en los 25 millones por si el RCD Espanyol se lo quiere quedar a final de temporada en propiedad, una cifra complicada si no da un resultado increíble. ¿Vale la pena esclavizarse como jugador de fútbol y estar a merced de la especulación de estas empresas? Depende al final de como se mire. Cada uno tendrá su versión, lo que está claro, es que como en todo negocio, y el fútbol lo es y muy grande, donde el dinero se mueve a raudales, y por lo tanto, quién manda, es don dinero.